Comprar un coche usado puede ser una de las decisiones más inteligentes que tome, pero tiene muchas posibilidades y vías de fracaso. Dependiendo de cómo lo enfoques, puedes acabar con un coche que te ahorre mucho dinero al principio y que te sirva durante muchos años sin problemas, o podrías acabar pagando de más por un trozo de chatarra que se estropea constantemente y que sólo te da dolores de cabeza todo el tiempo. Por suerte, no hace falta ser un científico espacial para saber si merece la pena comprar un coche usado.
Calcula tu presupuesto: Asegúrese de incluir el precio de cualquier reparación menor y también impuesto sobre las ventas de coches usados en California.
Asegúrese de que no hay grandes defectos visuales: Aunque se trate de un coche de segunda mano, es probable que acabes conduciéndolo durante un tiempo razonable. Esto significa que tendrá que convivir con él a diario. Para asegurarte de que puedes conducirlo con regularidad y llevarlo a donde necesites, asegúrate de que no hay imperfecciones importantes. Comienza con un examen visual del exterior y comprueba si hay abolladuras y arañazos. Un coche usado tendrá algunos. Asegúrate de que son menores y apenas perceptibles. Preste atención a la pintura. Asegúrese de que no hay descamación o decoloración, ya que un mal trabajo de pintura puede ser muy caro de arreglar. Una vez que esté satisfecho con el exterior, pase a los interiores. Compruebe la tapicería y todos los paneles para asegurarse de que no hay nada suelto, ya que un panel que traquetea o una tapicería que huele mal es lo último que querría en un coche. Asegúrate de que todo está a tu gusto y de que puedes convertirlo en tu opción de transporte diario sin hacer grandes sacrificios.
Revisa el historial del vehículo: Este es quizás el paso más importante. Un coche puede tener muy buen aspecto, tanto por dentro como por fuera, pero puede esconder defectos importantes que son difíciles de detectar y arreglar. Los coches que han sufrido grandes accidentes pueden ser restaurados para parecerse a los de antes, pero aún así pueden esconder grandes problemas en la estructura y en el chasis. Esto hará que sea realmente peligroso si te encuentras en el desafortunado caso de un accidente. El historial del coche revelará todos estos problemas y le permitirá juzgar si debe invertir en él. Esto no es algo que deba tomarse a la ligera, ya que afecta a su salud y bienestar, así como a la salud y bienestar de cualquier persona que acabe viajando en el coche con usted. Esto también revelará cualquier problema persistente que el coche pueda haber tenido en el pasado, permitiéndole obtener una buena comprensión de lo que estaría poniendo si fuera a comprar el coche.
Haga una prueba de conducción para asegurarse de que se puede conducir: No hace falta decir que esto debería estar muy presente en la lista de cosas que debe hacer antes de comprar un coche usado. Esto le ayudará a saber algunas cosas que son conocimientos absolutamente necesarios antes de gastar su dinero en el coche usado. En primer lugar, le dará una idea justa del estado general del motor. Cualquier traqueteo o ruidos indeseables son un buen indicio de un motor defectuoso. También le indicará el grado de mantenimiento. Si las revoluciones son desiguales o las marchas no cambian correctamente, son buenos indicios de que el coche no está en buen estado. También te indicará la capacidad de respuesta de la dirección y el movimiento de los pedales. Todo esto es absolutamente crítico para la conducción de un coche y asegura que el coche marque todas estas casillas. Pero la cosa no acaba ahí. Un coche puede ser mecánicamente bueno para conducir, pero también debe sentirse bien. Si no disfrutas conduciendo dicho coche, es mejor que busques otras opciones.
Asegúrese de que está pagando un precio justo: El remordimiento del comprador es un sentimiento que nadie debería experimentar, ya que es una de las peores sensaciones que se pueden tener. Dado que no hay una estandarización del valor de los coches usados, el precio final se reduce a lo bien que puedas regatear. Un buen punto de partida sería entrar en Internet y comprobar el precio habitual por el que se vende una versión usada del coche que estás buscando. A continuación, mira el coche en cuestión y haz un rápido cálculo mental de todos los costes en los que incurrirías para ponerlo en condiciones de funcionamiento. Podría ser cualquier cosa, desde cambiar las pastillas de freno hasta una revisión completa. Calcula todo esto y comprueba si el precio que te ofrecen por el coche usado está justificado o no. Si no es así, intente negociar un precio que se ajuste más a sus cálculos y, si el precio no se reduce, busque otras opciones, ya que lo último que quiere es pagar de más por un coche usado.
Hágalo inspeccionar por un mecánico: Esto también es vital para asegurarse de que el coche usado no esconde ningún secreto sucio. Todos los coches de segunda mano necesitan algún tipo de trabajo para convertirlos en "su" coche. La cantidad de trabajo que necesita determina la calidad de la oferta. Aunque puede hacerse una idea del estado general del coche, necesita a un mecánico para saber realmente en qué se está metiendo. Ellos pueden hacer una evaluación justa de los diversos defectos del coche. Normalmente, esto le costará algo de dinero, pero es minúsculo comparado con lo que podría tener que gastar si el coche acaba teniendo problemas importantes. Con la opinión de un profesional puedes estar tranquilo de que tu decisión ha sido acertada. También puede hacerse una idea de los costes adicionales que le supondría, lo que le permitirá decidir si se ajusta a su presupuesto o no.